Fue hace setenta años atrás que a las tierras de Don Claudio Matte llegó una línea férrea de trocha angosta (75 cm ), con trazado total de solo 28 kilómetros desde Melipilla y de tres locomotoras a vapor. La historia cuenta que fue Eduardo Valdivieso, que en 1920, quién impulsó este proyecto y cinco años después, obtuvo el control de la compañía Claudio Matte, convirtiéndose en su propietario y pidiendo que su hacienda fuera el final del trazado. Hoy podemos ver los mudos testigos de este ferrocarril, en las estructuras de cemento que están a un costado del puente Chorombo y sobre el estero en El Bollenar, las mismas que muchos confunden con un canal de regadío. Aún existen, frente a la escuela Chorombo Alto, unos cimientos de ladrillos que son los restos de lo que fuera una antigua bodega del ferrocarril; de la misma forma encontramos vestigios de este ferrocarril en los rieles que sirven de puente en la entrada de la casona de Claudio Matte. Queda si en la nebulosa del tiempo, lograr saber la ubicación de las 12 estaciones y los paraderos que el proyecto original del tren indicaba.
martes, 29 de noviembre de 2011
lunes, 14 de noviembre de 2011
EL TREN A LAS PUERTAS DE DON CLAUDIO MATTE
Ahora hemos querido entender porqué se proyectó un tren para esta parte de la Provincia pero estas no son muy comprensibles, ya que la historia nos dice es que la empresa denominada, “Sociedad del Ferrocarril de Melipilla a Curacaví”, pretendía construir este tramo de ferrocarril con el objetivo de unir Melipilla con Curacaví. Pero si revisamos la ruta final esta no parecía siquiera intentarlo, ya que esta se dirigía en dirección Noreste, desde Bollenar hasta a Ibacache. Por otro lado se cree que podría haber querido unir Melipilla con Casablanca e incluso llegar hasta Valparaíso por la cuesta Ibacache. Lo concreto es que llegó hasta las puertas de la hacienda de Don Claudio Matte.
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